viernes, 16 de abril de 2010
jueves, 8 de abril de 2010
Rivers of mistery
Hoy el dia se ha levantado con este rio de niebla, extraño y premonitor...
Ellas dos, Francina está aquí, han llevado a Narcís al hospital y aún no saben nada.
De esto hace cuatro horas.
El viento es impresionante y la luz nítida y alarmantemente preciosa.
Espero verde saber algo; hoy voy a Barcelona.
Leo "Invisible" de Paul Auster, hago fotos, trabajo y escucho rádio tres.
Espero.
Experiencia
St. Corneli desde mi cuarto.
El otro día subí a St.Cornelli, una montaña de poco mas de 1300 metros que veo desde casa a diario, y tuve una experiencia bastante fuerte.
La subida desde el sendero del río es realmente potente, muy empinada, y aunque tardé solo una hora y media fue una hora y media durísima físicamente. La verdad hacía tiempo que no sufría físicamente tanto y a la vez disfrutaba ascendiendo. El problemilla surgió a raíz de unas nubes grises que iban llegando desde el otro lado de la cima. A la que me quedaban unos diez minutos de subida, con la espalda mojada en sudor y poco abrigado, ya que al salir de casa hacía un día imponente, empezó caer una tormenta de agua nieve y viento y me vi llegara la ermita ( suerte de la ermita ) con los ojos repletos de belleza y misterio y algo de miedo?.
Es impresionante ver una cruz de unos 10 metros que pusieron los militares y curas, de cemento, partida en dos y caída al suelo. Dicen que por un rayo. Que poética y potente imagen. En ese momento pensé en la pena de no haber traído la cámara pero su peso en la subida me hubiera molestado un poco... así puedo volver para admirar tranquila mente la impresionante vista de 360º que hay desde allí, sin tormentas.
Total, que me comí un bocadillo dentro de la ermita nada bonita, por cierto, aunque habían dos velas encendidas y esperé a que pasaran las nubes.
Fue interesante como mis pensamientos iban en aumento ya que la tormenta no paraba, tenía frío, estaba solo. La ermita no tenía una puerta, sacaba bao y empezaba a mirar qué podría quemar en caso de quedarme aislado. El santo, una madera con unas inscripciones, dos camisetas viejas firmadas por gente y poco mas. Tenía agua en una botella y en millones de pedacitos que caían del cielo.
Esperé un buen rato. Incluso hice flexiones en la ermita para no tener tanto frío.
Al cabo de mas de media hora pude salir a mirar algo el entorno ya que poco a poco la tormenta se desplazaba aunque venían otras. Es maravilloso lo que se puede ver desde una altura considerable y cuando el cielo se despeja, rodeado de primavera y después de una tormenta.
Feliz de ver que ya podía moverme me dí un corto paseo, ya con el sol salvándome el alma y empecé a descender, no sin dificultad, el camino que había sudado.
Acabé mojándome los pies en el Noguera Pallaressa, en su aún fresca agua, y con un cigarrillo y un dibujo festejé el gran momento que había pasado.
El otro día subí a St.Cornelli, una montaña de poco mas de 1300 metros que veo desde casa a diario, y tuve una experiencia bastante fuerte.
La subida desde el sendero del río es realmente potente, muy empinada, y aunque tardé solo una hora y media fue una hora y media durísima físicamente. La verdad hacía tiempo que no sufría físicamente tanto y a la vez disfrutaba ascendiendo. El problemilla surgió a raíz de unas nubes grises que iban llegando desde el otro lado de la cima. A la que me quedaban unos diez minutos de subida, con la espalda mojada en sudor y poco abrigado, ya que al salir de casa hacía un día imponente, empezó caer una tormenta de agua nieve y viento y me vi llegara la ermita ( suerte de la ermita ) con los ojos repletos de belleza y misterio y algo de miedo?.
Es impresionante ver una cruz de unos 10 metros que pusieron los militares y curas, de cemento, partida en dos y caída al suelo. Dicen que por un rayo. Que poética y potente imagen. En ese momento pensé en la pena de no haber traído la cámara pero su peso en la subida me hubiera molestado un poco... así puedo volver para admirar tranquila mente la impresionante vista de 360º que hay desde allí, sin tormentas.
Total, que me comí un bocadillo dentro de la ermita nada bonita, por cierto, aunque habían dos velas encendidas y esperé a que pasaran las nubes.
Fue interesante como mis pensamientos iban en aumento ya que la tormenta no paraba, tenía frío, estaba solo. La ermita no tenía una puerta, sacaba bao y empezaba a mirar qué podría quemar en caso de quedarme aislado. El santo, una madera con unas inscripciones, dos camisetas viejas firmadas por gente y poco mas. Tenía agua en una botella y en millones de pedacitos que caían del cielo.
Esperé un buen rato. Incluso hice flexiones en la ermita para no tener tanto frío.
Al cabo de mas de media hora pude salir a mirar algo el entorno ya que poco a poco la tormenta se desplazaba aunque venían otras. Es maravilloso lo que se puede ver desde una altura considerable y cuando el cielo se despeja, rodeado de primavera y después de una tormenta.
Feliz de ver que ya podía moverme me dí un corto paseo, ya con el sol salvándome el alma y empecé a descender, no sin dificultad, el camino que había sudado.
Acabé mojándome los pies en el Noguera Pallaressa, en su aún fresca agua, y con un cigarrillo y un dibujo festejé el gran momento que había pasado.
martes, 6 de abril de 2010
lunes, 5 de abril de 2010
sábado, 3 de abril de 2010
sin título
Asimilo el humo
jardín de las delicias
el pájaro detenido que también soy
la luz que esculpe caricias en los árboles.
Lucho en mis espacios
me entierro y vuelvo a sacar la cabeza mirando al cielo
con tierra aun en los ojos.
Los corazones que conozco y amo no están...
La feria de los misterios del alma de uno mismo
aún no ha cerrado.
jardín de las delicias
el pájaro detenido que también soy
la luz que esculpe caricias en los árboles.
Lucho en mis espacios
me entierro y vuelvo a sacar la cabeza mirando al cielo
con tierra aun en los ojos.
Los corazones que conozco y amo no están...
La feria de los misterios del alma de uno mismo
aún no ha cerrado.
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